miércoles, 4 de mayo de 2016

Médicos Sin Fronteras: historia, financiación y comunicación



Toda historia tiene un principio

Médicos Sin Fronteras  (Médecins Sans Frontières, MSF) es una organización no lucrativa especializada en medicina y ayuda humanitaria que dedica sus esfuerzos a ofrecer asistencia a las víctimas de tragedias tales como desastres naturales y humanos y conflictos armados. Se postula completamente en contra de la discriminación por raza, sexo, religión, creencias, cultura o preferencias políticas.

Nació en Francia en 1971 a manos de un grupo de médicos y periodistas, entre los cuales se encontraban Bernard Kouchner y Jacques Mabit, dos de sus más importantes fundadores. Estos médicos eran testigos del genocidio que se estaba llevando a cabo contra la minoría Ibo, en Biafra, pero estaban obligados a guardar silencio a imposición del Comité Internacional de la Cruz Roja, donde trabajaban. Mientras, el otro grupo de sus compañeros estaban prestando asistencia humanitaria a los afectados de las inundaciones que asolaron a Pakistán Central por aquel entonces.

Una vez terminó el proceso de descolonización, los médicos supieron comprender que el escenario internacional estaba cambiando y que era necesario adaptarse la ayuda ofrecida a las nuevas necesidades que surgirían. Esto quería decir no limitarse exclusivamente a socorrer a las víctimas de las tragedias, sino que también sería necesario denunciar las violaciones que se cometieran contra los derechos humanos, crear y difundir corrientes de opinión que concienciaran las mentes a través de los medios de comunicación y, en suma, profesionalizar la ayuda prestada.

Y no les fue mal. En la actualidad cuentan con casi cinco millones de socios, dos mil voluntarios dejándose la piel en diversos programas humanitarios distribuidos en un total de setenta países, y otros mil dedicados exclusivamente a labores administrativas. Entre las enfermedades que tratan se encuentran la tuberculosis, el sida y la meningitis.

Pero hablemos de cifras

En cuanto a su financiación, las cuentas anuales del MSF son auditadas por KPMG y posteriormente aprobadas por la Asamblea General de la organización.

Sus ingresos en 2014 contaron con un gran respaldo social que les permitió seguir garantizando su independencia económica  y, con ello, su acción médico-humanitaria. Así, de los 148,78 millones ingresados durante ese período, un 89,8 % pertenecían a fondos privados. De hecho, este periodo se caracteriza por haber registrado un crecimiento histórico de los donativos recibidos, motivados quizá por la fuerte movilización social que se produjo este año ante la epidemia del ébola. 







Con respecto a sus gastos, el 2014 se caracterizó nuevamente por cumplir estrictamente el presupuesto, que comprendía un total de 120,67 millones de euros. De este gasto se destinó un 83,8% a su misión social: la asistencia médico-humanitaria directa en (a la que destinan  88,71 millones de euros, 4,6% más que en 2013), el apoyo a estas misiones y las actividades de testimonio, sensibilización e incidencia ciudadana. Mientras que la captación de fondos y la administración supuso un 16,2% de los gastos.















Comunicación
La directora de comunicación en España es Amaia Esparza. Cuenta con más de un millón de seguidores en Twitter, contabilizando las cuentas de todos los países. Asimismo, posee más de 71.000 entradas de noticias en Google, según vierten los resultados de Google News, y destaca tanto en cabeceras nacionales como internacionales, siendo de gran notoriedad para las cabeceras más importantes.


Los datos de esta práctica se han tomado de la página oficial de Médicos Sin Fronteras.

0 comentarios:

Publicar un comentario